Situado en Inca, el corazón de Mallorca, combinamos tradición y modernidad, destacando nuestras especialidades. Además del pan blanco, moreno e integral, son muy populares nuestras empanadas de carne, carne y guisantes y pollo con cebolla. Completamos la oferta de repostería salada con nuestras cocas de trempó, pimientos y verduras. Los martes, contamos con cocas de patata. Y el punto diferente lo pone nuestra coca de albaricoques y sobrasada. Los fines de semana son perfectos para probar los “cardenals”, tanto los individuales como los de mayor tamaño.
Desde hace más de una década, empezamos a elaborar y comercializar los famosos “congrets de ses monges tancades” de Inca. Estos dulces, especialidad única de la ciudad, se suelen tomar acompañados de café para un mayor disfrute.
Y otra peculiaridad es que, los lunes, hacemos los “cops”, los bizcochos alargados y dulces, ideales para las meriendas de los más pequeños de la casa.
Aceptamos pedidos y encargos por teléfono,
y siempre con un mínimo de 48 horas laborables de antelación.
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Siempre tenemos en cuenta la opinión de nuestros clientes para mejorar nuestros productos y darles la mejor experiencia posible.
Ricardo Tapia02/08/2023Todo riquísimo! Horno de los de toda la vida.Maria Mayol20/07/2023Ensaïmada rellena de flan y chocolate una delíciaAlejandro García25/06/202310/10Alicia Mena20/03/2023Acabo de probar el pan moreno y está súper buenoLucas Rubio Hidalgo17/10/2022Una comida excepcional me encanta. Se merece 5 estrellas.Antònia Rayó i Ferrer28/05/2022Nos encanta su pan moreno y el integral y todo lo demás!!! ????Rebeca Ruiz Liñan30/08/2021Me encanta todo lo que hacen en este horno! Y las chicas siempre muy simpáticas ????????
Somos una empresa familiar, situada en Inca, el corazón de Mallorca. En 1986, nuestro padre, Andrés, decidió abrir el Forn d’Orient, mientras lo compaginaba con su oficio de zapatero. Le acompañaba su esposa y nuestra madre, María Dolores.
Todo empezó cuando nuestro padre empezó a elaborar una quincena de panes cada día para la familia y los vecinos. Y ese pan gustó tanto que fue el punto de partida del negocio y su producto principal. Poco a poco, Andrés fue distribuyéndolo a las tiendas del barrio y, progresivamente, a un cada vez mayor número de comercios de la ciudad. Después del pan, comenzamos a vender las barras de pan, las ensaimadas y las empanadas. Y llegó una de nuestras primeras especialidades, “la coca Magdalena”. Se trata de un bizcocho tradicional y de ingredientes muy sencillos, pero con un sabor espectacular.
A partir del 1992, nos fuimos incorporando al negocio familiar los hijos del matrimonio, Alfonso y Yolanda, y que esperamos asegurar el futuro del establecimiento. Actualmente, ya contamos con la ayuda de más personas, como la de los panaderos de noche, repartidores, dependientas y ayudantes de obrador.